jueves, 9 de agosto de 2012

"Marea Alta"

Enamorada la luna del inmenso mar, sufría lo indecible por no poderlo tocar. Se conforma con a través de sus rayos sutilmente acariciar, al dueño de sus suspiros, pasiones y más.

Y muere de celos de no poder tomar el lugar de la apacible arena del mar. Arena y mar, amantes inseparables, juntos siempre están. Él puede ir y venir, pero la lleva en su piel adherida como parte de su ser.

La pálida luna debe esperar a que en la oscuridad de la noche su tenue luz se haga notar. Ruega por una marea alta para más cerca estar, del amo de sus sueños, el inalcanzable mar.

La consume la rabia, cuando a la arena se acerca el mar a besar, con su delicada espuma ¡y ella sin poder bajar! Una cosa la consuela, la certeza de saber que el mar alcanza su mayor altura por la fuerza de la luna.

A esto se le llama  pleAMAR ¿no te da qué pensar?


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