domingo, 23 de septiembre de 2012

"Ella"



Soy el deseo que arde en tu piel, el olor impregnado en tus recuerdos.

Soy el sabor que acalla tu pasión, la imagen que palpita en tu memoria.

Soy la saliva que impulsa tus latidos, las ganas que habitan en tu vientre,
...pero no soy ella.

jueves, 9 de agosto de 2012

"Marea Alta"

Enamorada la luna del inmenso mar, sufría lo indecible por no poderlo tocar. Se conforma con a través de sus rayos sutilmente acariciar, al dueño de sus suspiros, pasiones y más.

Y muere de celos de no poder tomar el lugar de la apacible arena del mar. Arena y mar, amantes inseparables, juntos siempre están. Él puede ir y venir, pero la lleva en su piel adherida como parte de su ser.

La pálida luna debe esperar a que en la oscuridad de la noche su tenue luz se haga notar. Ruega por una marea alta para más cerca estar, del amo de sus sueños, el inalcanzable mar.

La consume la rabia, cuando a la arena se acerca el mar a besar, con su delicada espuma ¡y ella sin poder bajar! Una cosa la consuela, la certeza de saber que el mar alcanza su mayor altura por la fuerza de la luna.

A esto se le llama  pleAMAR ¿no te da qué pensar?


jueves, 24 de febrero de 2011

"Recompensa"

En una etapa díficil
de este mi duro camino,
permití que tu persona
topara con mi destino.

Entraste pues a mi vida
y con toda la intención,
te convertiste en el premio
por tanta espera y dolor.

Insólito hoy me parece,
disfrutar de tanto amor,
creer de nuevo que puedo
probar de la vida el sazón.

La nueva fase de mi ser,
es todo un placer compartir,
junto a un hombre que amo
y por el que quiero vivir.

"Tiempo Muerto"




Obra Surrealista

Ha sido una larga ausencia, poco más de 365 días, más de trescientos buenos y malos momento, más de sesenta errores cometidos, más de cinco lecciones aprendidas.
A la antigua alquimia soporté palabras de FUEGO, nadé en AGUAS de falsas esperanzas, mis pasiones fueron avivadas por ráfagas de AIRE y finalmente la vida me puso los pies en la TIERRA. Gracias a esto hoy soy más fuerte, hoy soy más yo.
Ha sido un tiempo de letras muertas, pero el terreno, purificado por ese fuego y regado por esas aguas esta preparado para producir. ¿Estaré lista para segar?

sábado, 24 de octubre de 2009

Metstli

Mi nombre es con toda seguridad lo que más me gusta de mí (¡Gracias tío Dany!), todo lo místico y enigmático que encierra, esa magia y misterio que lo rodea han sido a lo largo de mi vida aspectos determinantes en la consolidación de mi personalidad. Creámoslo o no el nombre que se nos asigna para transitar por este mundo tiene más injerencia de la que pensamos sobre nosotros.
En este momento pienso en la enorme responsabilidad que nombrar algo o a alguien implica, hago memoria y... al parecer la única ocasión en la que me he visto en tan difícil tarea, fue el momento de elegir cómo llamar a mis dos hermosas tortugas (las extraño!!) y francamente creo que no hice un gran trabajo (eskuinkle y chilpayate, les pido perdón). De ahí que me parezca una grandiosa idea el derecho a cambiarse el nombre de forma legal. Me parece injusto ir por la vida cargando con el peso de un nombre que no te agrada y que por si fuera poco, fue decisión de alguien más.
Cito a Bucay en su obra "Amarse con los ojos abiertos" (2009), al referirse a la carga que un nombre trae consigo. "La importancia determinante que arrastra sobre nosotros el llamarnos de tal o cual manera...El peso implícito de llevar el nombre de un hermano, abuelo o tío muerto, o soportar el condicionamiento de responder al mismo nombre del padre o de la madre, que muchas veces conlleva la distorción de verse obligado a seguir siendo "Jorgito", "Silvita" o "Miguelito" hasta que el padre o la madre se mueran y uno pueda ser llamado finalmente Jorge, Silvia o Miguel".
Un amigo, hace no muchos días me dijo -en una de esas pláticas existenciales de cuatro o cinco de la madrugada- que su nombre no lo hace a él y, recordabamos a la Julieta de Romeo y de Shakespeare, en su diálogo con el primero de éstos en el balcón; cuando menciona que la rosa aun cuando no fuera ese su nombre, sino algún otro, seguiría conservando su aroma. Esta idea contradice la anterior, sobre la influencia que ejerce en cada uno su nombre. Probablemente en esta relación simbólica entre persona y nombre, tenga mayor mérito ser uno quien le dé personalidad al nombre y no estar supeditado a lo ya prefijado por éste.
Ciertamente no todo en mí es producto de llamarme Selene, resultaría muy cómodo culpar a mi nombre de mis defectos y muy injusto darle todo el crédito de mis virtudes, pero insisto, muchos de los detalles que me distinguen los adquirí en función del interés que me produce el significado de mi nombre y de la razón por la que me llamaron así.
Claro, que yo vivo la fortuna de portar orgullosa y complaciente mi nombre y sería aun más dichosa de poder usarlo indistintamente en el idioma que me placiese, lo mismo me da Selene que Ixchel, Lua, Killa, Zänä, Kutsi, Lebana, Kuu, Masha o Tsuki, al fin de cuentas simbolizan lo mismo y, es precisamente eso lo que me suministra un "plus" de seguridad y me permite un desplante de vanidad.

viernes, 2 de octubre de 2009

El reCUENTO de los años





Dragones!!! mi criatura mítica por excelencia. "Draco" en latín, "Drakon" para los griegos, "Ryuv" en Japón, no importa su apelativo, en cualquiera de sus versiones este animal me impone, me inspira. Los hay buenos, en la cultura oriental y malévolos en la europea y persa.

Esta enigmática figura ha sido asociada a la sabiduría, a las fuerzas del inframundo, a la divinidad de los bosques, a la independencia y a la esperanza; también se le relaciona con la herejía, traición, cólera y envidia. Y es entonces cuando me pregunto si será simple coincidencia mi afecto y devoción, mi simpatía y afinidad hacia ellos, o una proyección de lo que soy, supongo que algo hay de esto.


¿Tienes unos minutos?, te quiero contar una historia, así que presta atención.
Un día, caminando por el valle vi un hermoso dragón azul, jaspeado en tonos morados. Al verlo quedé maravillado ¡existen, en verdad existen! No puede contener la emoción y sin pensarlo, sin medir el peligro me acerqué, cuando notó mi presencia, me miró y sonrió; le dije lo emocionado que estaba de verlo ante mí con toda su inmensidad y majestuosidad, lo feliz que me hacía el ver que era real, a lo que él respondió:

-No te preocupes yo misma hasta hace poco ignoraba mi existencia y mi esplendor.
-Pero cómo es posible- dije realmente asombrado- eres tan grande, tus colores son tan hermosos que en verdad no comprendo cómo no lo notabas.
-Es una larga historia, si tienes tiempo te puedo contar.
-¡Por supuesto que sí! Por favor, cuéntame.
De acuerdo-dijo ella-(resultó ser un dragón hembra por si no lo habían notado).
-Hace algún tiempo, unos años atrás cuando los colores de mis escamas aún no habían alcanzado toda su intensidad, apenas y se apreciaban translúcidos; conocí a un hermoso joven que como tú se sorprendió de verme, dijo cosas tan bonitas sobre mí, cosas que no había escuchado antes, disfrutabamos tanto el contemplarnos mutuamente que pasabamos horas enteras juntos, recorrimos lugares, probamos frutos desconocidos, gozamos de los rayos del sol, de la luz de la luna. Eramos felices el uno con el otro, hasta que uno de esos días, mientras le esperaba como cada uno de los últimos siete años, otro joven caballero apareció de la nada y me habló, así como tú lo has hecho hoy, sobre lo hermoso de mis colores, yo escuché con agrado y recibí cada uno de los halagos que aquel noble me hacía, me pidió que le permitiese plasmarme sobre el lienzo, accedí y en ese justo momento apareció mi hermoso joven, al vernos ahí juntos, sonriendo algo cambió en él, se molestó y se marchó. Yo no entendí el por qué de su actitud, fuí tras él pidiéndole que me explicara, pero a cambio sólo obtuve las frases más duras que jamás me habían dicho y después se alejó.
Yo insistí en esperarlo uno y otro día en vano, su frialdad y su dureza crecían cada día. Desconsolada y triste vagué por el valle, por llanuras hasta un día, en que agotada, sin fuerzas y sin aliento caí a la orilla de un tranquilo y cristalino lago; sedienta y usando las pocas fuerzas que quedaban en mí, me acerqué a beber un poco de agua para menguar mi sed y fue en ese momento, en ese preciso momento cuando vi mi reflejo en el agua y noté con incredulidad que los tonos de mis escamas eran intensos, entre un poco de polvo y residuos de piedras que tenía encima después de tanto volar aún podían apreciarse los colores que habían tomado; escéptica de lo que mis ojos veían, los lavé y froté tan fuerte como pude y al mirar de nuevo, ahí estaban estos dos hermosos colores; yo continué incrédula, así que, entré al lago pensando que tal vez, en mi largo viaje, algo había salpicado mi cuerpo y que a eso se debía la nueva combinación de mi piel. Me sumergí completa en aquellas aguas, dejé que me cubrieran, al salir me sacudí con todas mis fuerzas, esperé entre nerviosa y paciente a que las aguas se calmaran para ver de nuevo mi reflejo, me acerqué lentamente, poco a poco, respiré profundamente, me asomé y para mi sorpresa ¡los colores no se habían desvanecido! por el contrario, ahora expedían un brillo maravilloso.
¿De dónde salió este brillo?-me preguntaba- intenté recordar cuándo había sido la última vez que había visto mis escamas, cayó la noche, la luna hizo su entrada triunfal y mientras la contemplaba, vi claramente ante mí la respuesta, ¡eso es!, he pasado los últimos años contemplándolo a él, admirando su belleza, viéndome solamente através de sus ojos, es por eso que no había notado mi propio brillo, ¡mi propio brillo!-mucité una vez más, mientras el sueño y el cansancio por tantas emociones se apoderaban de mí. Al amanecer, desperté y emprendí mi viaje hacia el valle, donde luzco orgullosa y feliz mi recien descubierto brillo. Desde entonces regreso de vez en vez al lago para recordarme que los mejores ojos através de los cuales puedo verme, son los míos.
-Yo escuchaba su historia, ya no sólo asombrado por su existencia y su presencia, sino por la hermosura de su ser. Era tal mi impresión que aunque hubiese querido, no habría atinado a decir palabra alguna.
Y es así-continuó ella- como hoy estoy aquí frente a tí, con ese esplendor del que hablas.
-Respiré, me tomé un minuto y dije: Es maravilloso el destino, yo estoy aquí por mi propia historia, si tienes tiempo podemos caminar juntos mientras te cuento.
Ella sonrió y comenzó a caminar a mi lado.


Azul, color número uno en mis preferencias, desde siempre, desde toda la vida. Color del agua y del cielo, ligado a lo espiritual y a la inteligencia. Los expertos en estos asuntos sostienen que expresa confianza, reserva, armonía, afecto, amistad, fidelidad, amor; que produce un efecto relajante y beneficioso para el cuerpo y la mente.
Coincidencia o proyección, mi dragón azul, un amalgama de mis "yo", una aleación de mis personalidades, una fusión de mis sentimientos.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Explicación no pedida...



Me he propuesto escribir, ¿por qué?...me gustaría tener una buena razón, una razón intresante, pero creo que lo mejor será ser sincera desde el inicio por lo menos conmigo misma. No creo tener mucho talento para escribir y como aún no decido si alguien más leerá lo que escriba no me preocupa demasiado (por ahora). Sin dar más vueltas al asunto, creo que me he decidido porque me han tocado el orgullo, ¿quiénes? dos personas cuya opinión a últimas fechas me resulta importante, ¿nombres?...¿importa? lo que me parece realmente digno de tomar en cuenta es que son personas que de alguna u otra forma estan siendo de impulso para mi vida, tal vez sin saberlo, muy probablemente sin quererlo, pero...está sucediendo y tomaré lo bueno de esto, como de todo lo que está pasando ahora en mi vida. Quiero aferrarme a la idea (gastada, trillada, cursi) que hasta hace poco me resultaba asquerosamente optimista, esa idea de "todo pasa por algo" "todo tiene un propósito para mi vida", "nada pasa por casualidad" y con esto en la mente y un ego acariciado de forma sutil, HOY me he resuelto (veamos cuando me dura el gusto) a escribir, a usar este medio como receptáculo de mis nimiedades, de mis miedos (si que es que los tengo, me asusta no conocerlos) de mis deseos y de todo cuanto se vaya gestando en mi interior.